La Vida es un Ratico

Lo dice Juanes y no le falta razón.
Es una verdad como un templo, sobre todo cuando te cruzas con alguien que se empeña en que esto sea así, y pone, de repente, punto y final a una vida que no ha hecho más que comenzar.
Por mucho que uno por su trabajo esté acostumbrado a bregar con los males ajenos y vea la muerte como algo normal, no termina de asimilar que esto le ocurra a una persona joven, sobre todo cuando esta se produce ya no a causa de una enfermedad, que tambiés es jodido, sino por algo tan inesperado y absurdo como una pelea en la que el capullo de turno tira de navaja.
Y es que el peligro está en la calle, sobre todo cuando se mezclan testoterona, alcohol y otros vicios.
Vive y deja vivir, tú, sí tú, capullo, y deja la navaja en casa, y si no córtate tú los huevos a ver si eso te resulta tan gracioso como ir por ahí sacando la navajita a las primeras de cambio.
Un abrazo especial a esa familia rota, y a ti, F.J., que te vaya bien bonito allí donde estés.